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¿Qué son los activos de inversión?
Englobamos en este apartado todos aquellos activos inmobiliario que generen altas rentabilidades.
Entre los activos inmobiliarios de inversión más demandados por su ágil comercialización y su alta rentabilidad se encuentran terrenos tanto residenciales como terciarios, lo más cercanos a ciudades o capitales de provincia, para edificar y darle una salida rápida.
La obra parada es el plato estrella, es el gran desconocido y olvidado por la gran mayoría de constructoras, no obstante está cobrando mucha fuerza en los últimos años ya que los pequeños y medianos inversores y constructores necesitan abaratar costes en materiales y en producción y este tipo de activo ofrece una ventaja económica muy fuerte con respecto a la construcción desde cero, pero las ventajas no solo se encuentran en lo económico, sino que a niveles burocráticos, jurídicos, como también administrativos.
En tercer lugar encontramos edificios sin actividad. Por motivos diversos en su día se construyeron con una idea de negocio que tras años de recesiones y crisis económicas se vieron abocados al abandono, a la ocupación y a la sequía de rentabilidades inmobiliarias.
Estos edificios merecen una segunda oportunidad y se pueden encontrar con usos variados (mixtos, comerciales, residenciales, turísticos, etc.) y se comercializan con buena acogida ya que, además de obtenerlos con importes llamativos de hasta el 50 % por debajo de su valor de mercado, los inversores que ponen atención en estos inmuebles es por que conocen bien las diferentes normativas urbanísticas y ya saben el camino a recorrer para conseguir obtener buenas rentabilidades en periodos más dinámicos.
Otro grupo de activos de inversión llamativos y muy demandados por fondos de inversión nacionales e internacionales son los edificios o inmuebles con uso hotelero.
Los hoteles, hostales y apartamentos turísticos están cobrando mucha importancia en el sector inmobiliario e inversión en general. Debido a su actividad dinámica y emergente por la afluencia de turistas, las rentabilidades que ofrecen estos activos varía según la zona en la que se encuentren pero suelen ser cantidades rentables y muy positivas las que dejan en las arcas de estos inversores.
Terrenos para inversión
Terrenos con uso residencial
Los terrenos residenciales de grandes dimensiones son más demandados en las zonas costeras de la península o cerca de los núcleos urbanos de las grandes ciudades y capitales.
Son escasos por su fuerte demanda, sus costes elevados y las normativas tan rígidas de muchas comunidades autónomas, no obstante es el tipo de terreno más buscado por los constructores, ya que la rentabilidad y el retorno de inversión que ofrecen estos terrenos al construir promociones inmobiliarias son considerables en cuanto a cantidad y tiempos.
Terrenos con uso terciario
Este tipo de suelo es muy llamativo para inversores y empresarios que buscan hacer crecer sus negocios, edificando y albergando en sus construcciones todo lo relacionado al sector servicios.
El coste de este suelo con respecto al residencial es inferior puesto que no tiene tanta demanda y la rentabilidad que ofrece no es tan dinámica como puede ser el primero.
No obstante suelen ser suelos muy agradecidos ya que las posibilidades de construcción y ubicación de diferentes negocios son muy variados y no suele encontrarse tantas limitaciones urbanísticas.
Terrenos de uso dotacional
El uso dotacional en los terrenos está reservado para el establecimientos de infraestructuras públicas (Colegios, hospitales, tanatorios, etc.) o de uso colectivo, ya que puede ser de carácter privado.
También se suelen albergar en estos suelos, zonas verdes, parques infantiles, infraestructuras de instalaciones urbanas, redes viarias o sistemas de transportes entre otras variantes.
El inversor que pone su foco en este tipo de suelo es por la multitud de opciones para rentabilizarlo. Bien es cierto que este tipo de suelo tiene más complejidad en cuanto a aspectos urbanísticos, licencias o burocracia pero aun así son terrenos necesarios que no suelen dar rentabilidades bajas.
Terrenos de uso industrial
Los terrenos de uso industrial están orientados a establecer ellos inmuebles y construcciones que se dediquen expresamente al sector secundario, grandes almacenes, fábricas, polígonos industriales o cualquier actividad dedicada a la obtención y transformación de las materias primas.
Este tipo de suelo puede tener la misma demanda que el terciario, a pesar de que la actividad aquí en ocasiones genere menos rentabilidad. El punto importante es que quienes ponen el ojo en este tipo de suelo suelen ser empresas ya consolidadas tanto a nivel nacional como internacional.
La inversión que se hace, por tanto, es considerable pero las rentabilidades se traducen en altos porcentajes, ya que los empresarios que deciden invertir aquí es con el fin de agrandar y expandir sus negocios, industrias y empresas.
Dependiendo de la zona en la que se encuentre este terreno, puede haber más oferta o menos pero lo que si se garantizan estas medianas y grandes empresas es que haya una red de comunicación con carreteras principales cómoda, de buen acceso y cercanas, ya que la logística de estos negocios es lo que hace que incremente el valor.
Obra parada
La obra parada es en la mayoría de los casos para muchos inversores, la joya de la corona, el producto de inversión con el que más margen de rentabilidad se puede jugar.
Muchos constructores desconocen estos activos y desconocen también como hacer frente a este reto ya que a la vez que nos ofrece muchas ventajas también nos ofrece contratiempos y alguna que otra desventaja.
En la obra parada el margen de beneficios es mayor para quienes buscan construir pequeñas y medianas promociones, pues se ahorra mucho tiempo y presupuesto. La obra parada implica ahorrar en precio de suelo y ahorrar en licencias, ya que la construcción está iniciada y en el mejor de los casos encontramos obras con hasta un 90 % de la construcción avanzada.
Los tiempos se reducen también y el constructor dedica, por tanto, más tiempo a otros factores que le puedan resultar productivos como en aspectos administrativos y burocráticos.
Hay muchas oportunidades esperando en este epígrafe para este tipo de activos, solo hay que atreverse y cambiar la perspectiva.
Edificios sin actividad
Este tipo de activos a diferencia de la obra parada, en el 99 % de los casos si que son construcciones finalizadas. Los motivos por los que el inmueble se encuentra sin actividad son variopintos pero en la mayoría de situaciones es por crisis pasadas y por que el uso con el que fue construido en su día, hoy no se adapta a las necesidades de los empresarios.
Muchos inmuebles que se encuentran en esta situación se encuentran en zonas donde se les permite el cambio de uso para rentabilizarlo de otras formas, en otros no es tan fácil y hay que saber negociar con los ayuntamientos y administraciones para poder conseguir ese cambio de uso adaptando el edificio a las necesidades de los tiempos que corren.
En el amplio abanico que se pueden englobar estos inmuebles podemos destacar edificios de oficinas, edificios comerciales, edificios hoteleros y edificios industriales que fueron fuertes en un momento determinados pero ahora necesitan nuevas ideas para darles una segunda oportunidad. Entre los cambios de usos más demandados por los inversores que ponen el ojo en estos activos está el cambio de uso a residencial o a turístico.
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